Navegar en Cap de Creus

Navegar por el Cap de Creus es algo que se debe hacer sin prisa. Disfrutando. 

Salida desde Cadaqués

Partimos desde Cadaqués a media mañana, (la limpieza del Viviravela nos había tenido ocupados más tiempo del esperado). No teníamos un destino definido pero nos pusimos como objetivo encontrar una cala donde fondear para pasar la noche. 

CAP DE CREUS

El Cap de Creus es un parque natural marítimo-terrrestre de una belleza extraordinaria. La navegación bordeando su costa se debe hacer disfrutando de cada cala, de cada rincón, pero ¡ojo!, se debe tener mucho cuidado con no fondear en cualquier lado: las aguas cristalinas son consecuencia de la gran cantidad de posidonia que cubre los fondos y, aunque la tentación es muy grande, no se debe ceder a soltar el ancla de forma precipitada y dañar este pulmón del mediterráneo. 

Es cierto que a día de hoy (excepto en Baleares) no hay legislación ni prohibición respecto al fondeo sobre la posidonia, pero somos todos sabedores de la gran importancia que esta planta tiene para nuestras aguas. 

Cala Culip

Hay veces en que la suerte está de nuestro lado y en esta travesía se evidenció. Buscando un lugar idóneo para echar el ancla llegamos a la Cala Culip. 

Nos fijamos que había una sola boya que era utilizada para el catamarán que llega con turistas. Así que tras dar varias vueltas, encontramos una área que aunque pequeña, tenía el fondo de arena y por tanto nos permitía echar el ancla sin problemas. 

Lo mejor viene ahora:

Esta cala no solo permite el acceso al faro del Cap de Creus, si no que es la puerta al Paratge de Tudela. 

El Paratge de Tudela es un capricho de la montaña con formas curiosas que la erosión ha ido moldeando con un cariño especial. Pasear en las horas que cae el sol es un placer que todo amante del mar y la montaña debería experimentar, al menos, una vez. 

En la pequeña playa donde finaliza la cala Culip, hay un pantalán con argollas para amarrar la auxiliar. Desde allí se puede iniciar la ruta recorriendo el camino asfaltado que serpentea por todo el parque y da acceso hasta la carretera que llega al faro. 

A la vuelta se puede optar por la senda que baja hasta la segunda playa de la cala, y que transita por un jardín de flora mediterránea que no os dejará inmunes. 

¡Ah! se me olvidaba. Desde el faro sale una ruta que llega hasta Cadaqués por una privilegiada senda que va acercando al caminante a diferentes calas. ¿Te lo vas a perder?